Ingredientes:
- 750ml de vino tinto
- 125 gramos de miel
- 75 gramos de azucar
Elaboración:
Realmente complicada. Consiste en juntar todos los ingredientes y reducir a fuego lento hasta conseguir la textura de caramelo líquido. ¿Difícil?
¿Cómo sabemos la textura exacta? Ahí va un consejo. Cogemos una cucharilla y la introducimos en la reducción. Dejamos enfriar para no quemarnos. Pasamos el dedo índice y la salsa no debe volver a juntarse. Ya véis que es un método rudimentario sin tener que usar termómetros de densidad.
Otro apunte a tener en cuenta: en el caso de querer aromatizar con vainilla esta reducción de vino y miel, puedes elegir unas gotas de esencia de vainilla que puedes añadir al final.
Tenemos la ventaja que esta salsa puede llegar a conservarse durante largo tiempo a temperatura ambiente, hablamos de 2 de los mejores conservantes naturales: el azúcar y la miel.
En que la podemos emplear: para aderezar algún plato, se nos ocurren tantos… vegetales, carnes, frutas, arroces…